VOCACIÓN EN EL ANTIGUO TESTAMENTO: RUT COMPROMISO EN LA ADVERSIDAD PARTE 5

VOCACIÓN EN EL ANTIGUO TESTAMENTO: RUT COMPROMISO EN LA ADVERSIDAD PARTE 5

VOCACIÓN EN EL ANTIGUO TESTAMENTO: RUT COMPROMISO EN LA ADVERSIDAD PARTE 5

Por Guidoberto Mahecha

La historia que encontramos en el libro de Rut nos muestra a una persona comprometida con el propósito firme de restaurar una familia y de resolver la situación difícil de dos mujeres. Como hemos visto antes, la vocación no depende ni de una raza, ni del sexo de las personas, ni de su situación social. La vocación depende de la fidelidad al compromiso hecho con Dios por parte de las personas.

La historia de las dos viudas Rut y Noemí está escrita desde la perspectiva femenina. Algunos autores incluso han pensado que la persona que la escribió pudo haber sido una mujer.1 Una mujer joven decide comprometer su vida al servicio de otra y para ello deja su familia, deja sus dioses, y deja sus propios planes. Se compromete con su suegra en su lucha por restaurar su familia y reclamar sus derechos. Esto es exactamente lo que entendemos por vocación.

Para Rut, como para todos los seres humanos, la vocación es un asunto de libre decisión. Cada persona tiene la oportunidad y el derecho de decidir si acepta la invitación de dedicar su vida a un proyecto o misión. No podemos llamar vocación a una misión determinada cuando la persona ha sido obligada a tomar esa decisión. Rut toma la decisión de acompañar a su suegra y aunque es invitada a reconsiderar su decisión, ella mantiene el propósito de unir su vida a los planes y futuro de su suegra.

Un segundo elemento importante en la vocación de Rut y de todas las personas tiene que ver con el futuro. La decisión se toma sin conocer ni tener certeza de los resultados. La vocación lleva implícito un acto de fe; la persona que decide aceptar la invitación a dedicar su vida a una causa lo hace en la confianza de que tal acto está dentro de la voluntad de Dios. La situación de Rut es todavía más compleja, ya que ella decide acompañar a su suegra a un país diferente donde su manera de vivir, de creer y de actuar será completamente diferente. Su compromiso, su vocación, la mantiene firme, segura de haber hecho lo correcto y de que Dios le permitirá cumplir sus propósitos.

Un tercer elemento que podemos descubrir en la vocación de Rut, y también en la de muchas personas, es que el compromiso con Dios nos lleva a hacer o decir cosas que van contra corriente. La vocación de Rut la llevó a dejar la seguridad de su propia tierra para acompañar a una mujer anciana y aparentemente sin futuro. La vocación llevó a Rut a buscar a Booz en forma poco ortodoxa para que cumpliera su papel de liberador.

Por ultimo, podemos afirmar que la vocación no tiene que ver con la sabiduría o la belleza, o las capacidades de las personas, sino con la determinación y con el sentido y la comprensión misma de la vocación. Es la vocación lo que hace que Pablo, reconociendo que el evangelio es una «locura», continuara predicando y luchando. La vocación nos permite seguir adelante aunque todo pareciera estar en contra. Con Rut hemos aprendido que la vocación es una aceptación libre de una misión, en la que no hay seguridad para el futuro, y que muchas veces la vocación nos lleva a hacer cosas que van en contra de la lógica normal de la sociedad. Por último, nos damos cuenta de que aun sin tener grandes capacidades podemos ser convocados por Dios para una misión.

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1 Trible, Phyllis. “Ruth, Book of”. ABD-5

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Artículo extraído del libro “Descubre la Biblia” / Tomo 1 / Artículo: La vocación y la Biblia / Por Guidoberto Mahecha