Desde hace más de 20 años el “Pan de vida” lleva alimento material y espiritual a niños de escasos recursos de zonas marginales de Lima y comunidades rurales de Cusco. Antes de la cuarentena los niños se reunían diariamente, disfrutaban de un lonche o un desayuno y una clase bíblica semanal. Con la pandemia el proyecto no se detuvo, comenzamos a distribuir bolsas de víveres con Escrituras a los padres de los niños. A la fecha se han distribuido más de 2,500 bolsas. A través de este proyecto los niños están experimentando el amor de Dios para sus vidas.
Apadrinando un niño podrás contribuir con su formación espiritual y nutricional. Juntos podremos hacerlo.