VOCACIÓN EN EL ANTIGUO TESTAMENTO:

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RAHAB: VOCACIÓN Y CONFLICTO

Parte 3

Por Guidoberto Mahecha

¿Es la vocación un asunto de toda la vida de la persona, o es posible tener vocación por un tiempo determinado? Encontramos en el Antiguo Testamento personas que recibieron un llamado por un tiempo determinado, para una misión, y luego cambiaron de vocación. El mismo Moisés tuvo diferentes llamados vocacionales: libertador, juez, legislador.

En la persona de Rahab encontramos un caso de una vocación particular, en la que hay una respuesta y un servicio realizado en beneficio de otras personas – las cualidades que hemos considerado fundamentales para una vocación.

La confesión de Rahaben Jueces 2.11—El señor vuestro Dios, es Dios en el cielo y en la tierra—, y sus acciones la colocan como una de las grandes mujeres de la Biblia, ¡y eso que no era israelita!. Algunas tradiciones judías la mencionan incluso como la esposa de Josué para incluirla en el pueblo de Israel e incluso en la línea genealógica de Jesús.1

Para entender la vocación de Rahab tenemos que destacar que ella decide servir a un Dios que no conoce y arriesga su vida escondiendo a los espías. Dentro de la narración encontramos que ella hace un pacto que incluye a toda su familia. Si tuviéramos que definir esta vocación, diríamos que tiene que ver con salvar vidas: salva la vida de los espías, salva la vida de su familia.

No sabemos mucho más de la vida de Rahab, salvo que la encontramos nuevamente en el capitulo 6 de Josué cuando se cumple la promesa de salvación para ella y su familia. Es importante notar que ni la raza ni la condición de la persona son obstáculos para que tengan una vocación. Rahab es una mujer extranjera—cananea—y además era prostituta.

En la vocación de esta mujer nos encontramos con algo sorprendente acerca de Dios. Dios puede llamar y usar personas que muchas veces no nos gustan, o que no consideremos dignas instrumentos de la gracia divina, o que tienen costumbres, profesiones o conductas y actitudes claramente contrarias a lo que la sociedad acepta como normal. Con Rahab aprendemos que todas las personas pueden ser usadas por Dios. El triunfo de las personas excluidas es que por la misericordia de Dios pueden participar de los planes gloriosos del Señor, en los que la vocación no es algo lejano y místico sino algo cotidiano y muchas veces riesgoso.

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1 Richard Bauckham, Gospel Women. Studies of the Named Women in the Gospels (Michigan: Grand Rapids, 2002).

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Artículo extraído del libro “Descubre la Biblia” / Tomo 1 / Artículo: La vocación y la Biblia / Por Guidoberto Mahecha