Geografía del mundo de la Biblia — Parte 1

Geografía del mundo de la Biblia — Parte 1

Geografía del mundo de la Biblia — Parte 1

Los individuos y los pueblos no viven en el vacío. Las casas que fabrican, las actividades comerciales y las gestiones políticas que los distinguen, y aun las herramientas y armas que utilizan revelan el ambiente físico en el cual viven. El clima y el terreno determinan las labores agrícolas, la forma de vestir, el tipo de vivienda, etc. La flora y la fauna afectan los hábitos alimenticios. El comercio y el desarrollo industrial están íntimamente relacionados con la materia prima disponible y el acceso a los mercados de una región. Las industrias marítimas se relacionan con la disponibilidad de puertos y el acceso al mar. Inclusive la ubicación de las ciudades no es accidental; generalmente están ubicadas en lugares estratégicos para el comercio y la transportación. La topografía de la región afecta sustancialmente las fronteras y la administración de las ciudades. Es por todo eso que nos detenemos aquí a estudiar el mundo que está detrás de los relatos bíblicos. El conocimiento de ese mundo nos ayudará en la recta comprensión e interpretación del texto bíblico.

Por Pedro Ortiz y José Soto

La geografía física del mundo de la Biblia

Ante todo debemos darnos cuenta de que el mundo de la Biblia no es solo el territorio conocido como «Tierra Santa», es decir, Palestina. Si bien es cierto que Palestina es de suma importancia en la historia bíblica, el contexto geográfico que le rodea no lo es menos. Por eso, antes de considerar la geografía de Palestina, daremos un breve vistazo a su contexto geográfico.

Naciones y territorios del entorno

Babilonia

En un principio, el territorio de Babilonia se extendía desde el golfo Pérsico hasta la latitud 34o norte y se encontraba rodeada a los lados por los ríos Tigris y Éufrates. Limitaba al norte con Asiria y Mesopotamia, y al sur con el golfo Pérsico. Al este, separada por una cadena montañosa, estaba Elam, y al oeste, el desierto Arábigo.

Pero las conquistas babilónicas extendieron su territorio hasta Nínive y toda Asiria, Armenia, Palestina, Siria y Egipto.  Su privilegiada situación geográfica entre los dos ríos, Éufrates y Tigris, le dio mucha prosperidad, pues numerosos canales irrigaban su territorio y lo hacían sumamente fértil; así era alimentada una gran población y fue posible el desarrollo de una gran civilización.

Asiria

 Asiria fue en un principio una provincia de Babilonia. No se sabe con certeza cuándo se independizó, pero sabemos que ocurrió en algún momento de la vida del rey babilónico Hammurabi (1728-1686 a.C.). Su primer capital fue Asur, la que fue posteriormente sustituida por Nínive.

Asiria se encontraba en el llano de Mesopotamia. Su límite norte eran los lagos Van y Urmia; al este tenía a Media y al oeste, el río Éufrates; en el sur su límite era Babilonia. Su territorio medía unos 450 km. de norte a sur, y unos 257 km. de este a oeste.

Era un territorio altamente fértil y poblado, con un gran desarrollo económico y cultural.

Siria

Geográficamente hablando, Siria —conocida también como Aram— es toda la región comprendida entre el continente asiático y el continente africano, entre la costa del Mediterráneo y el río Éufrates. Pero políticamente la región se ha dividido en Siria, al norte —el territorio que rodea la ciudad de Damasco—, y Palestina, al sur.

Desierto de Sinaí

Está formado por todo el territorio entre Egipto y Edom. Tiene forma de triángulo, con el Mar Rojo al oeste y el golfo de Aqaba al este. Su área total consta de unos 51 800 Km. Dos terceras partes de su territorio carecen totalmente de agua y su suelo es duro. Hay una franja de unos 32 km. de terreno arenoso situado entre el Mar Rojo y los lagos Amargos (al este) y varias lomas de piedra caliza (al oeste). También encontramos la cordillera de Granito que es la parte más irrigada del desierto, y por eso constituyó la mejor región de paso entre Egipto y Edom. Luego está el valle de Arabá, entre el Mar Muerto y el golfo de Aqaba (16 km. de ancho por 193 de largo), rodeado de montañas y con numerosos manantiales.

Egipto

Ubicado en el noreste de África. Su territorio se extiende desde la costa del mar Mediterráneo (norte) hasta la primera catarata del río Nilo en Assuán (sur), unos 966 km. Al este sus límites son Arabia y el Mar Rojo, y al oeste está el gran desierto. La población de Egipto se situó siempre alrededor del río Nilo. La fertilidad del territorio se debe al Nilo y a su inundación anual, la cual provoca las lluvias que caen en el territorio donde nace el río, en el lago Victoria y recorre cerca de 5632 km. En Egipto prácticamente nunca llueve, el río riega toda la región manteniéndola fértil, pues la inundación deja depósitos de agua cada año.

Asia Menor

En la época del NT, el Asia Menor estaba dividida en varias provincias romanas y estados sujetos al Imperio: Asia, Bitinia y Ponto, Galacia, Cilicia y Capadocia. Dentro de su geografía se incluyen también varias islas cercanas: Chipre, Patmos, Rodas, Samotracia, Cos, Asón, Mitilene, Quio, Cnido. En toda la región de Asia Menor ubicamos ciudades que de una u otra forma jugaron un papel importante en la historia del NT, como Tarso, Derbe, Listra, Iconio, Antioquía de Pisidia, Perge, Atalia, Hierápolis, Laodicea, Colosas, Filadelfia, Sardis, Esmirna, Tiatira, Éfeso, Pérgamo y Tróade.

Palestina

Pasemos ahora a considerar el territorio donde se desarrolló la mayor parte de la historia bíblica.

Nombre: El nombre Palestina está relacionado con la palabra filisteos, cuyo país se llamó Palesto (800 a.C.) y Palóshet (Ex 15.14; Is 14.29, 31).

Sin embargo, este no es el nombre utilizado en la Biblia, surgió más bien del lenguaje administrativo del Imperio romano cuando la provincia de Judea comenzó a llamarse «Siria-Palestina» o «Palestina». En el AT se le llama de diferentes maneras:

  • «La tierra que yo, el Señor, juré dar a los antepasados de ustedes»
  • «Tierra prometida»
  • «Tierra de Canaán»
  • «Tierra de Israel» (el más utilizado)
  • «Tierra de los hebreos»
  • «Tierra santa»
  • «Siria-Palestina»

«Canaán» (Gn 12.5; Ex 15.15) es el término que se usó cuando ese territorio era solo una esperanza o una promesa para el pueblo de la alianza. Luego que los israelitas ocuparon la tierra, el término dejó de usarse. El nombre «Canaán» probablemente significa «rojo-púrpura», en alusión a un tipo de tinte que se elaboraba en la región.

Límites: Los límites de Palestina, de norte a sur, son conocidos en la Biblia así: «Desde Dan hasta Beerseba» (Jue 20.1), y en algunos textos es algo más amplia: «Desde el río de Egipto hasta el río grande, el Éufrates» (Gn 15.18; estos son conocidos como los límites ideales). Mide, más o menos, entre 320 y 380 km., desde Dan, al norte, hasta el límite sur en la península de Sinaí. La frontera norte se extendía desde Tiro, en la costa del mar Mediterráneo, hasta Damasco. La frontera sur va desde el río de Egipto hasta la parte sur del Mar Muerto.

De oeste a este, los límites van desde la costa mediterránea hasta la depresión del Jordán. La longitud varía de 50 Km. en el norte y unos 80 Km. en la zona sur del Mar Muerto. Como la meseta montañosa al este del Jordán (unos 30 Km.) en Transjordania no debería considerarse territorio israelita, toda la extensión sería de unos 23 000 Km. (un poco mayor que la superficie de Bélgica y mucho menor que la de Suiza).

Palestina está claramente dividida en cuatro franjas, casi paralelas, que corren de norte a sur. Desde el este hacia el oeste esas franjas son:

Montañas de Transjordania

Esta cordillera, situada al este de Palestina, forma una sección alta de terreno que se divide en subregiones por los ríos Yarmuk, Jaboc, Arnón y Zered. La región, de acuerdo con los relatos bíblicos (Jos 18.7-10), perteneció por algún tiempo a Rubén, Gad y Manasés, durante el período de los Jueces. El control israelita de esta región fue ocasional.

Los cuatro ríos que se encuentran en sus suelos señalaron, durante diversos períodos, las fronteras orientales de los pueblos vecinos de Israel. Desde el sur, el primer pueblo es Edom, que ocupaba 170 km. de territorio entre el golfo de Aqaba y el río Zered. Los edomitas fueron sometidos por David (2 S 8.13-14) y, posteriormente, durante el reinado de Salomón, los israelitas explotaron sus minas de cobre y hierro. Al norte se encontraban los pueblos de Moab y Amón, cuyos dominios se extendían 130 km. entre el Zered y el Jaboc. Entre estos pueblos no existía una frontera natural definida. Y, finalmente, más al norte, entre el Jaboc y el Yarmuk, a unos 55 km. de distancia, se encuentra la región de Galaad: rica en bosques, ganadería y agricultura; famosa también por sus perfumes y hierbas medicinales (Jer 8.22; 46.11).

Depresión del Jordán

Es la parte geográfica más distintiva de Palestina. La depresión llega hasta 400 m. bajo el nivel del mar, y se extiende desde el norte, en Siria y el Líbano, y continúa al sur del Mar Muerto, por el desierto de Arabá, por la costa este de África.

El río Jordán, que divide la región en Cisjordania y Transjordania, recibe sus aguas de las faldas del monte Hermón y de la región de Dan, y desemboca finalmente en el Mar Muerto. A través de su trayectoria, se producen tres lagos: el antiguo lago Huleh o «aguas de Merom» (Jos 11.5, 7)— drenado por Israel en el año1967—; el de Galilea —también conocido como Tiberíades o Genesaret, a 208 m. bajo el nivel del mar—, y el Mar Muerto —citado en la Biblia como «Mar salado» o «Mar del Arabá», a 390 m. bajo el nivel del mar. El lago de Galilea se consideraba como el centro de la provincia de Galilea. En su lado occidental son frecuentes los remolinos, pero su agua es dulce y abundante en peces. El Mar Muerto es salobre y rico en aguas sulfurosas, y quizá contenga en sus profundidades fuentes calientes, su amargor y concentración de substancias es notable debido a la constante evaporación.

El río Jordán fluye a través de una franja geológica excepcional. Partiendo de Turquía, el valle que enmarca el río continúa a través de Siria, Líbano, Palestina y el Mar Rojo; finalmente resurge en el continente africano. Es la falla geológica más profunda y larga de la tierra: su extensión es de 6500 km. Las aguas del Jordán viajan en rápido y lodoso zigzag. Debido a su profundidad no se puede utilizar con facilidad para el riego, pero son sus afluentes los que favorecen el riego, la humedad y las cosechas de la zona.

Montañas de Palestina o Cisjordania

Esta franja geográfica ha sido testigo de gran parte de la historia bíblica. Incluye una serie de montañas, colinas y valles entre el Jordán y el Mediterráneo. Por esta cordillera se riega la región. A un lado de sus pendientes, las aguas llegan a la llanura de la costa del Mediterráneo; y en otro lado, riegan al valle del Jordán. Esta parte central de Palestina se ha dividido en tres secciones: Galilea, al norte; al centro Samaria; y Judá, al sur. Entre Galilea y Samaria se interponen las llanuras de Esdraelón y Jezreel.

La región de Galilea se divide en dos secciones de importancia. La alta Galilea, que mantiene una altitud media de 600 m., cuenta con la cima más alta de la región: el monte Yermac o Merom con una altura de unos 1208 m. La parte baja, cuyos montes no superan los 600 m., cuenta con el Tabor, con una altura de 588 m.

Sobre las famosas «Alturas de Golán» se levanta el monte Hermón, con sus nieves perpetuas. La cadena de montañas que incluye el monte Carmelo, escenario de la gran lucha de Elías con los profetas de Baal (1 R 18.1-40), se extiende a lo largo de 24 km., y alcanza una altura de 546 m.

Luego de la llanura de Jezreel, se encuentran las montañas de Samaria, con sus montes Ebal y Gerizim, cuyas cimas llegan a los 940 y 881 m. respectivamente. Hacia Jerusalén, en Baal Jasor, al norte de Betel, la altura alcanza los 1016 m.; y el monte de los Olivos alcanza los 818 m. Finalmente, los montes de Judá se extienden, por una región de 70 km. de largo por 20 de ancho, desde Jerusalén hasta Beerseba.

Las ciudades y poblados más importantes de Palestina se encontraban en esta región de la cordillera central. De norte a sur se pueden identificar, entre otras, las siguientes: Nazaret y Cafarnaúm, en la región de Galilea; Meguido, cerca del monte Carmelo; Jezreel, emplazada en las faldas de los montes Gelboé (2 R 9–10); en la región de Samaria se encuentran Siquem, Tirsa y Samaria; hacia el sur, se distinguen Silo, Betel, Mizpa, Rama, Geba, Gabaón, Gibea y Jerusalén; y, finalmente, hacia el sur de la Santa Ciudad, Belén, Hebrón y Beerseba.

Nazaret es una aldea meridional de las sierras de la baja Galilea, sobre la llanura de Esdraelón. En ella tuvo su viña Nabot, su tierra fue testigo de las derrotas de Saúl, en ella estuvo la casa de Eliseo, se dieron los sacrificios del profeta Elías y creció Jesús como «el hijo del carpintero».

Llanura costera del Mediterráneo

Esta se encuentra en la región occidental de Palestina. De norte a sur, la llanura se presenta casi de forma rectilínea desde el golfo de Alejandreta —en la sección noreste de la cuenca—, hasta Gaza y Rafía, donde gira hacia el oeste. Cruza las costas de Siria, Líbano —antigua Fenicia— y Palestina.

Por la costa, los límites naturales de Palestina son determinados por las desembocaduras del río Leontes, en el norte y del río de Egipto al sur: 340 km. de costa. Sus playas no incluyen ningún puerto natural de importancia; por esa razón los habitantes de esa sección de Palestina no desarrollaron vías marítimas, cosa que sí hicieron los fenicios, sus vecinos del norte. Durante la monarquía del AT el puerto principal estaba en Jafa o Jope (2 Cr 2.15; Jon 1.3).

El monte Carmelo divide la región en dos secciones: el tramo norte es estrecho; el sur se ensancha y presenta tres llanuras: la de Dor, la de Sarón y la de Filistea. En esta última llanura se encuentran las cinco ciudades o Pentápolis filisteas: Ecrón, Azoto, Ascalón, Gat y Gaza.

Entre las montañas de Judá y la costa del Mediterráneo, la Biblia identifica una región con el nombre de «Sefela» —término hebreo para «tierras bajas». Es una zona intermedia entre la llanura y la montaña que incluye ciudades de importancia como Gezer, Bet-semes, Azeca, Maresá y Laqis. Su fertilidad es proverbial, y su posición estratégica le dio celebridad.

Pues bien, fue aquí donde se desarrolló la historia bíblica casi en su totalidad. Un escenario muy pequeño; de Jerusalén a Samaria solo hay 55 Km. de distancia. A pesar de sus limitaciones físicas, Palestina ha sido una región de importancia múltiple. Desde temprano en la historia ha jugado un papel protagónico en la vida política, comercial y cultural de la región. Tiene una superficie configurada por mares, ríos, montañas y valles. En sus terrenos se encuentran la tierra de Jericó —la ciudad más baja de toda la tierra—, que es quizá el asentamiento urbano más antiguo de la humanidad; y el Mar Muerto, que es el punto más profundo del globo terráqueo.

En esa región tan pequeña, cada ciudad, cada monte y cada río tienen un importante potencial arqueológico. Y la evaluación e interpretación de los descubrimientos arqueológicos en Palestina han contribuido sustancialmente a una mejor comprensión de las culturas que vivieron en esos territorios (véanse los capítulos sobre arqueología).

La ubicación geográfica de Palestina pone de manifiesto su importancia geopolítica. La región donde se llevaron a cabo muchos de los grandes acontecimientos descritos en la Biblia está situada en el punto de confluencia entre Eurasia y África, entre Oriente y Occidente, entre los valles del Nilo y el río Éufrates.