Clorinda Matto de Turner

Clorinda Matto de Turner

Clorinda Matto de Turner

ARTÍCULO- SBP
Clorinda Matto de Turner
Una mujer valiente que tradujo la Biblia en el siglo XIX
Por Alice Mitchell

Imagínese una niña deslizándose por la rodadera del Inca en el Cuzco, una mujer atendiendo a los heridos en la guerra del Pacífico, unas autoridades quemando la efigie de una mujer, novelista y traductora del Nuevo Testamento. ¿Tendrían algo en común? Paradójicamente sí. Son todas facetas de la vida convulsionada de Clorinda Matto de Turner.

Era periodista y novelista peruana del siglo diecinueve. Fue una mujer revolucionaria en su época; no temía decir lo que para ella fuera verdad. Escribió ensayos sobre la emancipación de la mujer y la pertinencia de los idiomas indígenas, y novelas que pusieron de alto reliévela situación deprimente del pueblo quechua. Y como si todo esto fuera poco, en sus últimos años tradujo mucho del Nuevo Testamento al quechua.

Clorinda nació en 1854, hija de una familia de hacendados. Tenía claras raíces hispanas, pero creció rodeada por el mundo indígena. Mientras su educación fue en español, su vida se desenvolvía en un ambiente quechua. Su familia tenía una residencia colonial en Cuzco y una hacienda en el valle sagrado de los Incas a cuarenta kilómetros de la ciudad.
Cuando tenía seis años de edad, murió su mamá. Pasó los siguientes seis años en un internado en la ciudad y a los trece años de edad, regresó a la hacienda para cuidar de sus dos hermanos menores. En 1871 se casó con un inglés, José Turnes, y se trasladó a Tinta, un pueblo quechua a unos noventa kilómetros al sur de Cuzco. En Tinta, Turner compró terrenos y estableció una fábrica de molinos.

Allí Clorinda comenzó a recopilar y publicar leyendas, tradiciones e historias indígenas. Esos relatos formaron el grueso de su libro ”Tradiciones Cuzqueñas”. También publicó la revista “ El Recreo del cuzco”.

La vida en Tinta fue interrumpida por la guerra del Pacífico (1879 – 1833) y ella convirtió su casa en un hospital y organizó un servicio de ambulancia. En 1881, en plena guerra, murió su esposo, dejando a Clorinda a cargo del negocio. Éste fracasó y ella tuba que comenzar de nuevo.

Un nuevo comienzo: Arequipa y Lima.

Clorinda se trasladó a Arequipa donde publicó el periódico “ La Bolsa”. Después de dos años fue a Lima, y mientras dirigía los periódicos “El Perú Ilustrado” y “Los Andes”, se convirtió en foco de debates y argumentos calurosos.

Sus libros “Aves sin Nido” (1889), “Índole” (1892) y “Herencia” (1893) criticó fuertemente la explotación del pueblo indígena por la iglesia y el orden establecido. Presentó al pueblo indígena como seres humanos, por primera vez en el continente. El furor suscitado por “Aves sin Nido” resultó en el saqueo de su casa y su imprenta. Fue despedida de los periódicos y sus libros fueron vetados por La Iglesia. Además, fue quemada su esfigie en Arequipa. Y en 1985 fue desterrada a su exilio permanente en Buenos Aires.

Allí, Clorinda volvió a reconstruir su vida. Siguió escribiendo, enseñaba en dos colegios para mujeres y publicó un periódico literario. Se volvió a casar. Quizás lo más fascinante es que tradujo una buena parte del Nuevo Testamento al quechua. En 1902, estableció su propia imprenta, junto con su hermano el doctor David Matto.

Traducción de la Biblia


Andrew Murray Milne fue representante de la Sociedad Bíblica Americana desde 1864 hasta 1907. Varias veces viajó de Patagonia a Quito distribuyendo Biblias. Buscaba infructuosamente alguien que tradujera la Biblia al quechua. Ante la negativa de misioneros y quechuólogos, Milne se sentía desesperado. Buscaba un hombre en el Perú para hacer ese importante trabajo. Al regresar a Buenos Aires sin la persona que había deseado encontrar, Dios le indicó a Clorinda Matto de Turner. Ella comenzó la traducción en 1901. Lucas, Hechos, Romanos, Juan, Mateo y Marcos fueron impresos y circularon en Bolivia y Perú y Ecuador con gran éxito.

La política de traducción de Clorinda fue innovadora para su época. En una carta a Milne, fechada abril 2 de 1901, escribió: “Agradezco la distinción que ha hecho la Sociedad que usted representa, al encomendarme la traducción al quechua del Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Lucas; y emprender tarea de tanta significación y peso debo advertirle que voy a hacer la traducción, no al quechua clásico que ya pocos conocen, sino al quechua popular; pues, así la obra responderá al propósito de que la Palabra Divina sea conocida en todas las regiones sudamericanas que todavía conservan ese idioma tan rico y expresivo; y con el evangelio irá la luz y el consuelo a los hogares indígenas.

Su meta fue hacer la traducción al quechua popular para que el mayor número posible de quechua hablantes pudiera entender las Escrituras. Un número de ejemplares de la segunda edición de Lucas (1912) circuló en el Cuzco hasta la década de los años setenta.

Clorinta Matto de Turner: ¿Evangélica?

Cuando ella tradujo el Evangelio según San Lucas, confesó ser evangélica y afirmó que el trabajo le había sido de ayuda moral y espiritual. El historiador peruano José Tamayo Herrera, en “Historia del indigenismo cuzqueño siglos XVI-XX”. Dice:
“En el exilio, otra curiosa transformación se producirá en Clorinda: pese a la lejanía del Cuzco, y a la desvinculación con el escenario andino, la Matto volverá al quechua de su infancia, y a una mística, orientada por alguna secta protestante, que la llevarán en 1901 a traducir al quechua varios libros del Nuevo Testamento.”

Otro historiador peruano, Jorge Basadre, afirma: “La conversión de Clorinda Matto de Turner al protestantismo es un hecho consumado y cierto.” Sin embargo, hacia el fin de su vida, Matto visitó Europa y tuvo una audiencia con el Papa León XIII. Ella regresó enferma de ese viaje y murió en Buenos Aires en 1909. Sus restos fueron llevados al Perú en 1924.

Su legado continúa. Sus novelas son estudiadas. Ella, la primera traductora latinoamericana de la Biblia en el Continente, ocupa un lugar distinguido entre los siervos cristianos que tradujeron la Biblia para el pueblo quechua. Es un ejemplo de una mujer que supo enfrentar los problemas de la vida. No tuvo miedo de comenzar de nuevo, tampoco rehuyó levantarse en contra de la injusticia y en el nombre de Dios abogar por los marginados y los oprimidos.

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