
03 Ene DEVOCIONAL
ESPÍRITU
«Entonces Dios tomó un poco de polvo, y con ese polvo formó al hombre. Luego sopló en su nariz, y con su propio aliento le dio vida. Así fue como el hombre comenzó a vivir.» (Génesis 2.7, página 7)
El espíritu es nuestra área más profunda y esencial. Hace posible que seamos hombres y mujeres que respiran, hablan, sueñan, ríen y juegan. ¡Dios mismo creó el espíritu humano!
Es interesante darse cuenta de que, a veces, no se habla mucho acerca del espíritu. Hay un montón de lociones y cremas para mejorar nuestra piel. Una enorme variedad de productos para cuidar nuestro cabello y acondicionarlo para vernos mejor. Sabores de todo tipo para degustar y disfrutar junto a los amigos.
¡Pareciera que todo está orientado sólo a mejorar nuestro aspecto físico!
Nadie puede tener cuerpo sin alma ni espíritu. Tampoco el alma podría existir sin un cuerpo y un espíritu. ¡Pero sin el espíritu el alma y el cuerpo no tendrían vida!
Dios quiere que cuidemos nuestro cuerpo y nuestra alma. ¿Y el espíritu? Veamos algunas ideas para alimentarlo de la mejor manera:
– Recibir a Jesús como Dios y salvador. El Espíritu Santo habitará en nosotros y no nos abandonará jamás.
– Designar un momento cada día para leer la Biblia y hablar con Dios en oración.
– Buscar una iglesia en donde nos ayuden a conocer más a Jesús, tal como está manifestado en la Biblia.
¡Pidámosle a Dios que nos llene con su presencia y su vida!
Sería imposible vivir mucho tiempo sin ingerir líquido y comida. Lo mismo pasa con el espíritu: hay que alimentarlo cada día para que crezca sano y fuerte, convirtiéndonos en personas completas y felices.
Sumérgete: Hay enfermedades espirituales que sólo Dios puede sanar. Acudamos cada día a la cita con nuestro creador y digámosle lo mismo que David escribió en el Salmo 139.23-24, página 1003.
Devocional Extraído de la Biblia Juvenil H2O
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